REVIVISCENCIAS SINTOMÁTICAS/REMINISCENCIAS “INCRUSTADAS”!

Un permanente aluvión/catarata de estímulos sobrevienen y se abren paso sin permiso alguno.

Un tumulto de imágenes y reminiscencias vivas e “incrustadas”!

Una dualidad expresiva de un mundo de emociones en el que aúnan , en una simbiosis elocuente, ambos polos.

Las “trampas” de la afectividad.

Un no saber qué hacer con las emociones.

Un ir y venir de construcciones imaginarias; de recuerdos reales; de pasados distanciados; de instantes que parecen haberse perdido en “la nada”.

Un intento activo de atrapar y fijar los momentos felices.

De retener y recuperar las memorias auténticas.

Una inundación de dudas.

Una “maravillosa nada” aparece en momentos inesperados desdibujando los horizontes ya periclitados por el paso del tiempo aportando estados momentáneos de serenidad y mayor sosiego personal.

Momentos de una cierta “feliz derrota” ante lo irrecuperable y la aceptación.

Una búsqueda inmanente y trascendente de un presente y un futuro “perfecto”.

Un “rifirafe” permanente, vivo y activo, con un narrador incontinente que reescribe,reinventa hasta el paroxismo:nuestro cerebro/mente.

En busca de una pretendida “carta de idoneidad personal” en un devenir ininterrumpido.

Atentos al menor detalle en un ritual de permanente observación.

Pantomimas y puestas en escena en un “neblinoso” esfuerzo por “estar”.

Una teatralidad insostenible.

Un juego de desgajamientos.

Apelando a nuestra “ingeniería genética” en búsqueda de aquellos “vacíos” que propiciaron se fastidiase alguna conexión derivando en resultados y acciones de imprevisible resultado.

Un esfuerzo por “desenredar” la trama de acontecimientos vitales y sus derivas; sus cuadernos de bitácora; sus rumbos.

Recuerdos personales.

Submundos y mundos vividos. Ya alejados. Aunque presentes.